sábado, 16 de julio de 2011

¿Hasta cuándo Introspección?

Cuando leí en el mail de mi amiga Silvia,

...“Promocioné Semiótica. Tengo en vistas aprovechar el próximo cuatrimestre para estudiar francés. 
ESTUDIAR, ESTUDIAR, ETERNA ESTUDIANTE... ¿Y la vida... por dónde pasa?
Ya sé que ni te querés hacer preguntasssssssssssssssss!!! LO BIEN QUE HACÉSSSSSSSS!!!
Besotes, amiga y QUE ESTÉS TENIENDO UNA BUENA VIDA, porque LA VIDA ES BUENA!!!”

... la llamé por teléfono... of course!
Me dijo, entre otras cosas, que se pregunta por qué sigue estudiando a los 50 años...
...si al fin y al cabo - continuó diciéndome -


-Con éste título (uno más) no voy a conseguir "el " empleo de mi vida.
-Se me "pasa la vida" siendo la eterna estudiante, cosa que ya no parece encajar con mi edad   cronológica...
-Acumulo Títulos, Diplomas, Certificados cuyo destino termina siendo un cajón en donde pasan del inmaculado color blanco a un manchado amarillento sin volver a ver la luz.
-¿Hacia dónde me conducirá ésta "inversión" de mi tiempo?
-¿Será que estoy "perdiendo" el precioso y cada vez más reducido tiempo de MI VIDA en una cuestión muy poco trascendental, prácticamente hablando, cuando DEBERÍA estar haciendo algo verdaderamente  PRODUCTIVO?... ¿?

Yo la leo y la entiendo perfectamente, pero me rebelo y pienso:
¿POR QUÉ CREEMOS, o nos hacen creer, QUE SI NUESTRA ACTIVIDAD NO ES PRODUCTIVA NO ES VALIOSA y ESTAMOS PERDIENDO EL TIEMPO??
El TIEMPO VALE ORO. NO HAY QUE DESPERDICIARLO!, escuchamos mil veces.

Y que hay de lo que los italianos denominan "dolce far niente", lo que traducido viene a significar algo así como "dulce ociosidad", donde la lectura, la música, la fotografía, la jardinería, la contemplación se convierten en entretenimiento, distensión, equilibrio emocional...? 

 Querida Silvia,

-¿Y si estudiar es lo que te mantiene motivada a pesar de tus circunstancias porque es la única constante en medio de la vorágine cotidiana?
-¿Y si estás haciendo algo que te gusta por el "simple" placer que ello te produce en una vida llena hasta el hartazgo de DEBERES Y DEBERÍA?
-¿Y si en lugar de pasar más de 5 horas al día jugando a los video games, como la mayoría de los mortales entre 5 y 50 años, "tu juego", la cosa lúdica en tu vida, el espacio de placer y desconexión (tan necesario para ausentarse de la realidad que estresa) es obligarte a leer estudiando, alimentando tu mente y disfrutando con debates de temas que te apasionan?
-Entonces, ser estudiante a los 50 ¿No encajaría dentro de lo que se consideran Hobbies?


-Y un poco más allá de la cuestión de ser estudiante a los 50... 
-¿Y si a ésta edad "madura" ¿o masdura? -por fuera, ya que por dentro seguimos siendo los mismos adolescentes- tenemos la imperiosa -aunque no siempre reconocida- necesidad de conectar con gente más joven para "contagiarnos" de juventud, proyectos y actualizarnos en infinitas cuestiones en lugar de machacarnos con temas como Jubilación, vejiga floja, Menopausia y Necrológicas????

POR QUÉ TODO TIENE QUE TENER UN POR QUÉ LÓGICO?
¿QUÉ ES LÓGICO Y QUÉ NO LO ES?
¿QUIÉN LO DICE?
¿DE DÓNDE SURGE LA ANGUSTIA EXISTENCIAAAAAL??!!!

Preguntas, preguntas y más preguntas...
Dudas, inquietudes... y más preguntas...
Ay, ay, ay...

Nos ahogamos en un mar de dudas, titubeos, cuestionamientos....cómo no!!
Nos cuestionamos casi todo y desde todos los ángulos!
Y después de gastar enorme cantidad de energía en la búsqueda de respuestas...nos damos cuenta de que el camino que creíamos haber recorrido fue un círculo.
Salimos con la maleta llena de interrogantes que vamos compartiendo a lo largo del camino con los otros compañeros de ruta en busca de respuestas, pero al regresar nos encontramos en el punto de partida... otra vez...
Pasa el tiempo... pasan décadas y seguimos con algunas cuestiones irresolutas.
Llegamos a las puertas de los 50…y entramos, jejeje!
¿Seguir indagando en nuestros procesos internos o renunciar?, ¿abandonar y frustrarnos??

¿POR QUÉ FRUSTRARSE DESPUÉS DE HABER HECHO NUESTRO MEJOR ESFUERZO ACOMPAÑADO DE LA INTROSPECCIÓN Y RECTIFICADO POR LA AUTOCRÍTICA?

¿Será como canta Fito & Fitipaldis?:

"Puede ser que la respuesta
sea no preguntarse por qué,
perderse por los bares
donde se bebe sin sed"...

No más preguntas...

Moni :)

sábado, 12 de marzo de 2011

Hasta que la muerte los separe.

Con la voz entrecortada por la emoción y una lágrima rodando por su mejilla repitió:
 “Y yo prometo (un montón de cosas) hasta que la muerte nos separe”…
Un sentimiento profundo, tiernas miradas y un beso enamorado para sellar la promesa.
¡Qué genuina emoción!, ¡Cuánta ilusión!, ¡Qué felicidad!
Esa promesa no es una repetición de promesas anteriores.
Esa promesa es La Promesa.
La que se dice una sola vez en la vida, porque dura hasta que la muerte los separe.
Es un momento maravilloso donde el Amor, la Sinceridad, la Emoción y La Promesa convergen en ése instante mágico. La realización de un sueño de dos enamorados que desean que ése momento sea el primer día del resto de una vida compartida y feliz. ¿Y por qué no?

Aquí es donde los cuentos de princesas y las telenovelas mexicanas ponen en pantalla la palabra FIN con una preciosa música de fondo. Los espectadores nos emocionamos y volvemos a sentir que el amor todo lo puede, hasta atravesar la rutina sin deteriorarse en lo más mínimo.

Pero…la vida real no se detiene allí. No se congela después de la última palabra, que por cierto es “separe”… del verbo separar…
No, no. A partir de allí comienza la convivencia. Ésa para la cual se recomendó, pidió y repitió durante la ceremonia: mucha COMPRENSIÓN y TOLERANCIA.

Dos palabras. Sólo dos. Pero que resuenan cada tanto, cuando hay que recurrir a ellas, recordándoles que el matrimonio implica convivencia y eso… eso no es soplar y hacer botellas.

Que el  Matrimonio no solo es la unión de un hombre y una mujer, sino la unión de un hombre +  su familia  con  una mujer + su familia… para empezar…
Cosa que suele vislumbrarse en la primera Navidad, se confirma más o menos en la segunda  y a veces arruina definitivamente el “espíritu navideño” de la siguiente Blanca (a veces negra) Navidad.

Y así, sin extenderme más, hay momentos en los que hay que recurrir a  la COMPRENSION y en otros, echar mano a la TOLERANCIA.

A veces cuando las cosas se complican irreversiblemente y se alcanza un estado de conciencia, ése que dice  sencilla pero contundentemente que “lo importante es darse cuenta”, no es la última, sino las 6 últimas palabras de La Promesa: hasta-que-la-muerte-nos-separe, las que resuenan insistentemente.

Ah…la muerte…
¿La muerte de quién?, ¿La muerte de qué?

A ver!!!  Que ése punto no quedó muy claro aquel día. Recapitulemos, con los nervios se dice que sí a TODO y se firman las cláusulas del Contrato sin detenerse a leer la letra pequeña…
Pero un contrato de amor no se hace por escrito y por lo tanto no tiene letra pequeña…
 Volvemos al punto: ¿La muerte de quién o la muerte de qué?

Porque también existen “otras” muertes.
La de la Ilusión o la de la Comprensión o la de la Tolerancia o la del Respeto o la del Amor…
Y cada caso es diferente. Cada cual sabe sumar, restar o agregar…depende…
Todos fuimos emocionados testigos de La Promesa (el comienzo) y apenados testigos de la muerte (el fin) de muchos matrimonios. La crisis de los 30?, la de los 40?, la de los 50?

Aquí lo dejo. Dos preguntas… la muerte de QUÉ o de QUIÉN??

En cuanto a las respuestas… mmm …  Para eso necesito otro espacio.
Lo pensaré. 


Moni :)